Si tu próximo viaje tiene como destino un país europeo, deberás embarcar llevando un Seguro Schengen Europa, porque es obligatorio que toda persona que viaje proveniente de otro continente, ingrese a Europa con ese seguro. ¿A qué se debe?
Fue el 14 de junio del año 1985 cuando los Países Bajos, Luxemburgo, Francia, Bélgica y Alemania firmaron el Tratado de Schengen, un acuerdo que elimina los controles fronterizos internos, permitiendo así que los ciudadanos de los países nombrados puedan ir y venir libremente por sus territorios.
Pero recién en 1995 este tratado entró en vigor, ya con más países signatarios, menos Chipre, Bulgaria y Rumania. Esto se debe a que dichos países no cumplen con las exigencias de seguridad que el acuerdo pide. En cambio Irlanda y el Reino Unido participan a medias en el tratado, porque comparten la lucha contra el narcotráfico, pero continúan con el control de sus fronteras.
Por lo tanto, toda persona que no resida en alguna ciudad del Espacio Schengen y arribe desde otros países que no pertenecen al Tratado de Schengen, deberán cumplir estos requisitos:
- Poseer una Visa Schengen (para lo que deberá tener un Seguro Schengen).
- El pasaporte válido.
- Adquirir un Seguro Schengen con cobertura médica internacional, repatriación en caso de emergencia y asistencia legal.
- El Seguro Schengen debe ser válido durante todo el período de permanencia en el Espacio Schengen.
- La compañía donde el viajero adquiera su Seguro Schengen deberá tener un representante en Europa.
Esto se debe a la necesidad de que el viajero tenga una cobertura frente a cualquier contratiempo que surja durante su permanencia en Europa y pueda ser atendido en hospitales locales. La cobertura mínima deberá ser de 30 mil euros.
Es fundamental aclarar que el tener un Seguro Schengen Europa no sólo es por la exigencia del tratado, sino principalmente para que el viajero tenga protección total frente a cualquier tipo de emergencia durante su estadía en territorio europeo.